7 razones de peso para respetar y viajar a Bután

1. Primer país del mundo con huella de carbono cero, es decir, su cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero emitidas de forma directa o indirecta está totalmente compensada por su actividad.

 

2. El índice de FNB (Felicidad Nacional Bruta) es el indicador utilizado en Bután para calcular la felicidad de sus habitantes y mediante el cual el gobierno obtiene información para aplicar políticas de mejora del país.

 

3. Bután no es un país rico ni una potencia militar, su tesoro más preciado es su diversidad y riqueza cultural que el gobierno protege en todas sus formas. Hoy en día se celebran festivales originales del siglo XVI, se insta a llevar trajes tradicionales para ir al trabajo o a la escuela y se mantienen tradiciones ancestrales en las comidas, los funerales, los nacimientos y las bodas.

 

4. La Espiritualidad y la protección del entorno natural van de la mano. Bután dispone de numerosos «neys» o lugares sagrados que pueden ser tanto una montaña, un valle, una roca, un árbol o un templo. Los butaneses creen que estos lugares poseen la alineación geográfica y topográfica ideal para favorecer revelaciones espirituales, son considerados lugares sagrados que deben conservarse en su estado natural y se conservan realmente sin casi influencia humana. Esta creencia ha permitido mantener intactos numerosos valles, montañas y espacios naturales diversos.

 

5. Transición pacífica y voluntaria de absolutismo a democracia. Tras un siglo de monarquía absoluta, el rey Jigme Singye Wangchuck inició en 2001 un proceso de transición democrática que culminó en 2008 con su abdicación en favor de su hijo Jigme Khesar Namgyel Wangchuck que heredó un modelo democrático de monarquía parlamentaria.

 

6. La importancia de la mujer en la sociedad. Según la tradición butanesa, las mujeres heredan no solo las propiedades familiares sino que también tienen un peso muy importante en la toma de decisiones familiares.

 

7. El código de conducta Driglam Namzha es una disciplina que indica cómo vestirse, comportarse e incluso incide en el respeto hacia el país, sus costumbres e instituciones. Es considerado un patrimonio inmaterial butanés que crea mecanismos para una sociedad civilizada, elegante, educada y respetuosa.